En el día a día de una agencia inmobiliaria profesional como Mister Alquiler, hay una labor que muchos propietarios pasan por alto: el trabajo previo y técnico que hay detrás de cada contrato que se prepara. Ya sea un contrato de mandato, un contrato de arrendamiento, una exclusiva de venta o un contrato de residencia temporal, cada uno de estos documentos no es una simple plantilla, sino el resultado de horas de redacción, personalización, revisión legal y adaptación a las necesidades específicas del inmueble, del cliente y del contexto legal vigente.
Propietarios responsables vs. propietarios informales
Existen propietarios verdaderamente comprometidos que valoran el trabajo profesional de una agencia. Pero también están los que, lamentablemente, solicitan toda la documentación, preguntan, piden contratos completos y revisados, plantean supuestas operaciones que nunca ejecutan y, finalmente, desaparecen sin dejar rastro, sin siquiera un “gracias”.
Ese comportamiento no solo es poco ético: supone un desprecio al trabajo profesional y un desgaste innecesario para los agentes inmobiliarios.
Un contrato no es una plantilla: es un trabajo profesional
En Mister Alquiler no trabajamos con documentos genéricos. Cada contrato que elaboramos es:
- Reescrito a medida según el tipo de inmueble, duración y características.
- Reforzado con cláusulas actualizadas según la normativa vigente.
- Validado por nuestro equipo jurídico de Lex Legal Abogados.
- Adaptado a los perfiles de inquilino o comprador previstos.
Un contrato puede tardar fácilmente entre 1 y 3 horas de trabajo entre correcciones, revisiones, ajustes, información recopilada y aprobación final.
El error común: pedir todo y luego no continuar
Lo que muchas personas no entienden es que cuando piden “un borrador para ir viendo”, en realidad están solicitando un producto completo, con valor económico y legal, como si se tratara de una consulta gratuita. El resultado es que el profesional inmobiliario pierde horas que no se recuperan. Y lo más grave: a menudo, el contrato entregado termina circulando entre terceros, siendo usado sin consentimiento o malinterpretado.
Por eso, en Mister Alquiler lo decimos claro:
Los contratos solo deben entregarse cuando hay una voluntad real de firmar.
¿Qué se puede entregar entonces?
Si un propietario tiene dudas, es completamente válido ofrecerle:
- Una nota explicativa de condiciones.
- Un resumen de cláusulas destacadas.
- Un ejemplo con partes eliminadas.
- Una reunión informativa para resolver sus preguntas.
Pero no se deben entregar contratos completos hasta que no esté clara la intención de formalizar la operación.
Conclusión: valorar el tiempo, el conocimiento y la profesionalidad
Mister Alquiler no es un proveedor de contratos. Es una agencia que representa legalmente a propietarios e inquilinos, protegiendo los intereses de ambas partes con transparencia y profesionalidad. Por eso, el contrato que se elabora tiene un valor real, no solo legal, sino también humano y profesional.
Por respeto a quienes nos dedicamos a esta profesión, pedimos compromiso. Y también recordamos que la información tiene un límite, pero el trabajo bien hecho, no.
