En España, la necesidad de nuevas viviendas es un desafío crítico que requiere una atención inmediata. Según datos del Banco de España, se estima que se requieren al menos 120.000 viviendas nuevas cada año para satisfacer la demanda creciente. Sin embargo, durante los años 2024 y 2025, se prevé la construcción de solo 90.000 viviendas, lo que representa un déficit significativo de 600.000 unidades.
La problemática se agrava considerando que existen 3,4 millones de viviendas vacías en España, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Esta escasez no solo se debe a la falta de construcción, sino a una tendencia contraproducente de bloquear nuevos desarrollos y los efectos de una escasez generalizada en el mercado inmobiliario.
Factores como la pandemia y la inflación han exacerbado la crisis de viviendas, afectando a la disponibilidad y accesibilidad de hogares para la población española. En el año 2022, aproximadamente el 77% de los españoles residían en una casa de su propiedad.
Resulta interesante observar que existen disparidades regionales en la distribución de viviendas vacías en España. Municipios como Tías en Las Palmas y Mos en Pontevedra destacan por tener un elevado porcentaje de viviendas vacías entre aquellas con más de 10.000 habitantes.
La falta de viviendas en España plantea un desafío urgente que requiere medidas coordinadas para abordar la crisis habitacional y garantizar el acceso a una vivienda digna para todos los ciudadanos
